Poetisa de urgencia

¿Alguna vez la literatura os ha servido de remedio a un problema, de calmante para un dolor anímico? Deborah Alma es una escritora británica que se planteó lo mismo hace unos tres años y decidió salir con su ambulancia a repartir poemas para curar penas. Y parece que funciona. Hay que decir que, si bien puede ser la primera en llevarlo a cabo, su idea no es del todo original ya que Isabel Allende nos presentó hace mucho tiempo a Eva Luna, aquella maravillosa mujer que inventaba historias para la gente que iba a verla y hablaba con ella.

Ficción o realidad, la propuesta suena bien. ¿Y si cambiamos las cuatro paredes de la clase por un espacio abierto donde poder repartir versos y líneas? ¿Alguien se apunta? De momento hemos llegado al patio…Poco a poco…

IMG-20141002-WA0001 IMG-20141002-WA0002

http://www.bbc.co.uk/mundo/video_fotos/2014/09/140926_video_poetisa_emergencia_am

2 comentarios en “Poetisa de urgencia

  1. ¡Qué bueno! ¿Cuándo fue ésto? ¡Me lo perdí! Me parece una idea genial. Seguro que con más poesía, con más cuentos, con más magia de la palabra en general, harían falta menos medicamentos, las penas serían menos penas y el mundo sería un poquito menos gris.
    En esta línea de la Eva Luna de Isabel Allende, o de la poetisa de urgencia, me viene a la mente la protagonista de La ladrona de libros, que ayuda con sus lecturas a llevar mejor a sus compañeros algo tan terrible como las noches en un refugio durante los bombardeos de la Alemania nazi.
    Curémonos con la literatura, no tiene contraindicaciones y los efectos secundarios son siempre positivos.
    Enhorabuena por la iniciativa.

    • Hola Marian. Oí la noticia en la radio y la busqué, quería más información. Me parece una idea genial por lo mismo que tú dices. A ver si tengo un ratito y te cuento más cosas. Tenemos que sacar la literatura de las clases.
      Por lo que dices de La ladrona de libros, tendré que añadir otro a mi lista de pendientes, jeje. ¿Me lo prestas? 🙂 Un beset.

Replica a lolamorenolozano Cancelar la respuesta