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En clase sólo nos da tiempo a leer fragmentos de los autores más representativos de cada época literaria, y para casa intentamos ajustar las lecturas al mínimo. Pero, ¿y si te interesa un movimiento determinado y no sabes qué leer?

Aquí habrá referencias a escritores y a obras del temario del curso, para que puedas escoger lo que quieras.

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Ahora que estamos ya con el Romanticismo, quería aprovechar la ocasión para hablaros de unos hermanos cuyo apellido nos lleva a la infancia: los Grimm.

 

 

 

 

 

 

Seguro que todos habéis oído o leído cuentos como Blancanieves, Hansel y Gretel, Los músicos de Bremen, etc. etc., y os vendrán a la cabeza miles de recuerdos e imágenes. Nuestros primeros años de vida están estrechamente relacionados con esta literatura popular.

Pero, ¿y si os dijera que, en realidad, ellos NO fueron los autores de esos textos????  Pues que enlazaríamos con la idea del Romanticismo que quería explicaros: el nacionalismo.

Veréis, los hermanos Grimm nacieron a finales del S.XVIII, y vivieron el Romanticismo de pleno. Pero su idea principal no era hablar del amor (como hemos visto en clase con otros autores) sino ensalzar el sentimiento patriótico en una época de guerras e invasiones (por ahí estaba Napoleón haciendo de las suyas).

 

 

 

 

 

 

 

Así que estos hermanos decidieron, por ejemplo, recopilar los cuentos que habían pasado de generación en generación en su país desde tiempos inmemorables. Se trataba de captar la esencia de sus raíces.

Al principio no tuvieron mucho éxito. Iban dirigidos a un público adulto, y había muchos datos truculentos. Uno de los más conocidos es el final del cuento de Blancanieves, en el que la malvada madrastra  era obligada a bailar con unas zapatillas de hierro ardiente hasta morir.

No parece muy infantil, no.  Lo que pasó es que después los fueron dulcificando. Y así han llegado hasta nosotros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además, en su momento fueron conocidos por otras labores como la redacción del Diccionario Alemán, una Gramática alemana y un tratado sobre Mitología Alemana (que inspiró algunas de las óperas de Wagner, músico alemán y romántico, como ellos).

El anillo de los Nibelungos

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros datos curiosos:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Os suena el cuento de un chico que llega a un pueblo y, tras discutir con el rey, acaba llevándose a todos los niños? Sí, estamos hablando de El flautista de Hamelín. Pues bien, se relaciona con la época de colonización del norte de Alemania, allá por el S.XIII,  cuando muchos jóvenes emigraban o marchaban a la guerra. El dato de las ratas se puede relacionar con la peste del S.XIV. Fue un detalle que se añadió después. Normal en una literatura oral que pasaba de generación en generación.

Ya a finales de la EM, la situación había cambiado y Hamelín era una ciudad enriquecida, como Bremen, escenario de otro de los famosos cuentos. Si recordáis, cuatro animales escapaban de la muerte haciéndose músicos y viajando hasta aquella tierra prometida. Muchos alemanes imitaron a estos protagonistas y probaron suerte en aquella ciudad.

En fin. Como veis, los cuentos no siempre son lo que parecen. Desde el origen de la literatura, han servido para enseñar, para educar e instruir. La mayoría se crearon pensando en un público adulto. El paso de los siglos junto con el avance de la cultura y la tecnología los han convertido en lo que son ahora. Pero aun así, ¿quién contaría a un niño de 4 años, por ejemplo, un cuento tan cruel como Hansel y Gretel para conseguir dormirlo?